Esta semana, once municipios de Sevilla han solicitado ayuda a la Junta de Andalucía debido a una plaga de mosquitos que ha sobrepasado sus capacidades de control. Lo que parece ser un problema local es en realidad un indicio de lo que podría afectar a otras partes del país.
¿Qué ha ocurrido en Sevilla? Las intensas lluvias de la primavera y el calor del inicio del verano, junto con el aumento de los cultivos de arroz en la parte baja del río Guadalquivir tras cinco años de sequía, han creado el ambiente perfecto para la proliferación de mosquitos. Sin embargo, este no es el único factor.
La situación ha desencadenado un cruce de acusaciones entre la Diputación provincial (PSOE) y el Gobierno de la Junta de Andalucía (PP). Mientras que la Junta alega que este es un problema anual que corresponde a la Diputación gestionar, la Diputación insiste en que la magnitud de la plaga requiere una declaración de emergencia, algo que solo la Junta puede hacer.
Un problema recurrente en España No es la primera vez que España enfrenta una situación similar. En 2013, el litoral de Castellón sufrió una invasión de mosquitos por causas parecidas: calor, agua y la falta de preparación para controlar estas poblaciones. Desde 2004, el mosquito tigre, capaz de transmitir enfermedades como el dengue, chikungunya y zika, ha estado presente en España, y los métodos de control no han avanzado lo suficiente.
Preocupaciones futuras El biólogo Tomás Montalvo, experto en vigilancia y control de mosquitos en la Agencia de Salud Pública en Barcelona, advirtió el año pasado sobre la inevitabilidad de brotes de dengue en España, subrayando la importancia de minimizar su tamaño. Además, Montalvo señaló la necesidad de vigilar la llegada del mosquito Aedes aegypti, portador de la fiebre amarilla, que es aún más eficiente en la transmisión de enfermedades y que se está expandiendo en lugares como Turquía.
Necesidad de mejores sistemas de vigilancia Aunque España cuenta con excelentes profesionales en el área, los recursos y personal son insuficientes. Mientras países como Francia e Italia registran centenares de casos de dengue, los casos en España aún son bajos. Sin embargo, se espera que en los próximos años aumenten tanto la población de mosquitos como las enfermedades tropicales asociadas a ellos.
Conclusión La plaga de mosquitos en Sevilla es un llamado de atención sobre la necesidad de mejorar los sistemas de vigilancia y control de estas plagas en España. Con la salud pública en juego, es imperativo que las administraciones dejen de lado los conflictos partidistas y trabajen juntas para abordar este problema de manera efectiva.